Investigación

Para realizar este proyecto, tuvimos que realizar una investigación la cual pudiéramos usar como base y complemento de la historia que habíamos recopilado y de las creencias que entendíamos que existen sobre la comunidad de La Perla. A continuación, pueden leer un breve recuento de los resultados de esta investigación.

Luego de haber distribuido el enlace con la encuesta electrónica sobre las comunidades especiales en Puerto Rico, con énfasis en La Perla, se recibieron 100 respuestas con los siguientes resultados: un 64% de los encuestados conoce lo que es una comunidad especial, un 27% no está seguro o segura y un 9% no conoce lo que es.

Entre las comunidades especiales más conocidas se encuentran La Perla, Barrio Obrero y el Caño Martín Peña, todos pertenecientes al municipio de San Juan. Entre los encuestados, un 58% manifestó haber visitado La Perla y un 42% expuso no haber visitado esta comunidad anteriormente. Entre los motivos o razones para las personas visitar La Perla, resaltan: fines recreativos con un 57.1%, fines culturales con un 46% y fines educativos y otros motivos, ambos con 15.9% de representación.

Al preguntar si La Perla es un lugar seguro para visitar, un 46% se mostró ni en acuerdo ni en desacuerdo, un 24% estuvo parcialmente de acuerdo, un 16% manifestó estar parcialmente en desacuerdo, otro 9% expuso estar totalmente en desacuerdo, y un 5% estuvo totalmente de acuerdo. Por su parte, un 41% de los encuestados declaró que visitaría la comunidad de La Perla, un 28% manifestó que estaría parcialmente de acuerdo en visitarla, otro 23% estuvo ni de acuerdo ni en desacuerdo, un 3% parcialmente en desacuerdo, y un 5% no visitaría esta comunidad. De realizarse recorridos turísticos por La Perla, un 61% estaría dispuesto a participar de ellos, un 24% se manifestó parcialmente de acuerdo en participar, un 10% ni de acuerdo ni en desacuerdo, y un 4% no participaría de estos recorridos por la comunidad.

En otros temas concernientes a La Perla, un 63% de los encuestados considera que hay unos factores que deben mejorar en esta comunidad. Otro 25% está “parcialmente de acuerdo” con que hay factores por mejorar, otro 8% manifiesta un estado neutral, y el resto de los preguntados contestaron estar “parcialmente en desacuerdo” y “totalmente en desacuerdo”, ambos con un 2%. Entre los factores que se deberían mejorar en La Perla, los encuestados destacaron: la seguridad, mejoras a la infraestructura, el desarrollo económico, y el ofrecimiento cultural.

En cuanto a la información que exponen los medios de comunicación sobre La Perla, un 52% opina que es más negativa que positiva, un 22% entiende que son negativas y positivas por igual, otro 15% considera que son negativas, un 5% manifiesta que son más positivas que negativas, y un 6% se desvinculó de las opciones mencionadas. En la misma vía, un 33% de los encuestados está “parcialmente de acuerdo”en que los medios de comunicación del país tienen credibilidad, otro 31% se considera “parcialmente en desacuerdo” respecto a la credibilidad de los medios, un 18% se manifiesta “totalmente en desacuerdo”, un 17% expuso una respuesta neutral, y 1% le adjudica una completa credibilidad a los medios. Entre los medios de comunicación más preferidos por las personas que contestaron la encuesta, resaltan: el Internet con un 67%, la televisión con un 15, la radio con un 8%, la prensa escrita con un 6%, y otros medios con un 4%. Respecto a la campaña de Master Paints, “Puerto Rico pinta su Mejor Cara”, un 11% manifestó conocerla y un 89% aún no conoce sobre esta.

Finalmente, los datos demográficos fueron los siguientes: 66 féminas y 34 hombres encuestados, para un total de 100 respuestas. Por su parte, un 67% se encuentra entre las edades de 18 a 24 años, un 16% entre 25 a 34 años, 6% entre 35 y 44 años, 8% entre 45 y 54 años, y 3% de los encuestados tiene 55 años o más. De estos, un 72% cuenta con un bachillerato, un 12% tiene una maestría, un 8% cuenta con la escuela superior como su última educación recibida, un 5% tiene un grado asociado, y 1% tiene un doctorado. En cuanto al ingreso anual familiar, un 42% cuenta con $25,000 o menos, un 28% se encuentra entre los $26,000 y los $45,000, un 9% entre los $46,000 y los $65,000, un 11% está entre los $66,000 y los $85,000, y un 10% tiene $86,000 o más en ingresos. Entre los municipios donde residen los encuestados resaltan: San Juan con un 29%, Bayamón y Carolina con un 10% cada uno, y Caguas con un 8%.

 

Análisis de las encuestas

La mayoría de los encuestados sabe lo que es una comunidad especial (64%) mientras que un 27% no está seguro o segura. No obstante, la comunidad especial más conocida, entre las más importantes en San Juan, es La Perla. Aunque se muestra que hay conocimiento de La Perla, sólo un poco más de la mitad (58% sí han visitado, 42% no ha visitado) de las personas respondieron que habían visitado la barriada.

Se debe tomar en consideración que la mayoría de los encuestados son jóvenes entre las edades de 18 a 24 años (67%)  cuando se observa que los fines recreativos se destacan más que los demás con un 57%. En segundo lugar, respondieron que visitaban a La Perla los fines culturales con un 46%. Aunque más de la mitad de los encuestados (58%) han visitado a La Perla y un 69% está dispuesto a bajar al barrio, en la encuesta es evidente que la mayoría tiene una percepción neutral o no completamente segura sobre si la Perla es en realidad un lugar seguro para visitar. Sólo un  29% cree que es seguro para bajar.

Un 85% participaría de un recorrido turístico por La Perla. Sin embargo, un 88% entiende que hay unos factores que se deben mejorar en La Perla, entre estos: la seguridad (62%) y la infraestructura (56%).  En tercera instancia,  respondieron que se debe desarrollar la economía y el ofrecimiento cultural (46%).

Aunque ninguna de las personas encuestadas vive en La Perla, entiende que su infraestructura debe ser mejorada. Se puede entender que estas personas visualizan que el barrio pudiera tener un atractivo turístico y mejor calidad para los que habitan el área. Esto dado a que las casas de la barriada no están en condiciones óptimas por qué están hechas con materiales rudimentarios como madera o bloques expuestos sin cemento, que además de desfavorecer el paisaje, son peligrosas para los que viven allí.

Un 49% de los encuestados entiende que los medios de comunicación no tienen credibilidad y el 34% entiende que sí tienen credibilidad. La mayoría de las personas (52%) entiende que lo que los medios de comunicación presentan sobre La Perla es más negativo que positivo. Es posible que por esta razón, las personas tengan una percepción negativa sobre la seguridad en la barriada aunque no siempre crean lo que comunican los medios ya que las noticias que más abundan o más percibe el público son las negativas.

La mayoría de los encuestados fueron jóvenes de 18 a 24 años (67%), lo que puede estar directamente relacionado a que el medio de comunicación favorito fue el Internet. Luego, según los encuestados, el segundo medio favorito fue la televisión con un 15%. Un 11% de conocimiento, entre los encuestados, sobre la campaña P.R. pinta su mejor cara, es un número alto para el poco tiempo que lleva de lanzada la campaña.

Más de la mitad de los encuestados (66%) se identifican con el sexo femenino; el 34% con el masculino lo cual se relaciona proporcionalmente con su representación actual en la población puertorriqueña. La mayoría de los encuestados tienen un bachillerato (72%). Le sigue la maestría como preparatoria con un 12% y 8% graduados de escuela superior.

La mayoría de los encuestados cuentan con un ingreso familiar de $25,000 o menos (42%), seguidos por personas con un ingreso familiar de $26,000 a $45,000, con un 28%. Es decir, la mayoría de los encuestados son pobres a clase media pobre. La mayoría estos viven en el área metropolitana: San Juan(29%) Carolina(10%) y Caguas (8%).

Detrás de las murallas hay vida

Por: Myrtha Olivares Bonilla

Nuestra productora oficial, Frances Alvarado

Nuestra productora oficial, Frances.

Una de las compañeras desenvuelve el papel, lee la “P”, lo que quiso decir que ahora seríamos cuatro las afortunadas de tomar las riendas del proyecto sobre la comunidad de La Perla. Nadie se coronó, recibió flores ni regalos. Nos llevamos una investigación, la que sí tenía la corona de ser la más aclamada.

Para tres de nosotras, era la primera vez que bajábamos y pasábamos por sus estrechas calles. En alguna parte sabíamos que llevábamos escondidas todas las expresiones que alguna vez nos han dicho para que no bajemos, todas esas que se filtran del miedo inculcado y el desconocimiento. Buscábamos desentrañarlas, desmentirlas de algún modo. La marginalización que ha vivido este barrio desde sus inicios, ha sido resguardada por sus muros y murallas a lo largo de toda la costa norte de la vieja ciudad capitalina. De hecho, su nombre se deriva de un fortín, el Revellín de La Perla, o como la bautizaría Oscar Lewis en aquel estudio antropológico, “La Esmeralda”.

Guantes en mano. Ya el tema, las reuniones pertinentes para aclarar los objetivos del estudio y la producción del material, cuatro comunicadoras entrarían en comando desde sus distintas áreas: las Relaciones Públicas y la Publicidad, el ámbito audiovisual y el periodismo. Además de misión, necesitaríamos visión, un proceso que se nos facilitaba porque estábamos conectadas.

No sé si como mecanismo de autodefensa y protección, pero tan pronto caminamos buscando a otra de las compañeras, quien tenía el equipo de producción, uno de los muchachos nos mira y se ríe. No evita preguntarnos que si no éramos del lugar y si era la primera vez que íbamos por aquellos lares, y a lo que nos comenta que parecíamos perdidas. En efecto, lo estábamos.

Ese día fue la primera reunión con las personas a cargo de la iniciativa, y con la propia comunidad, representada por su Junta de Residentes. Cada uno en la mejor disposición para el desarrollo de este proyecto. Este que poco a poco, con los tenis puestos y las mangas enrolladas, promete pintar con nuevos tonos la ya colorida Perla.

Kiara, Myrtha y Natalie disfrutando del Bouel de La Perla.

Kiara, Myrtha y Natalie disfrutando del Boul de La Perla.

Tratamos de desdibujar ese gran monstruo que se ha creado a través del tiempo, de las voces que murmuran sin haber bajado a sus calles, sin hablar con su gente. Palpamos la gran red que tiene este barrio, su sentido de familia que no se une por la sangre sino por la convivencia.

Fuimos recopilando su historia oral, sus vivencias personales y de comunidad. El apodado “El Cantante” alzaba la voz a todo pulmón en su himno a La Perla con todo el orgullo que le cabía, mientras Don Daniel nos exprimía unas dulces chinas que le habían traído de Lares. Lucy dice recordar desde que es pequeña, historias que ha dejado plasmadas por las gradas de la cancha de baloncesto.

A muchos le ofrecen y ofrecerán dinero por comprar sus casas, pero ellos permanecerán en su lugar hasta que sus cenizas sean esparcidas por la playa, como muchos nos dijeron. Para Don Aladino ese siempre será su pedacito de tierra, pues según describió, mejor no puede vivir en su “Pearl Beach”. O como Doña Lucy, que si le dieran a escoger nacería de nuevo en La Perla, su Perla.

Luego de excavar entre sus mapas y su historia, sus cuentos de lucha y pertenencia, creo que nos llevamos un poquito más que sus fotografías y sus imágenes en movimiento. Nos quedamos con sus voces, con su sentir del mar. Detrás de las murallas hay vida. Esperamos ser una gota de agua para que desde su concha renazca y crezca La Perla. Ser uno de los pinceles que les ayuden a pintar su futuro.

He aquí el resultado de nuestro esfuerzo.

Entre colores y turistas, La Perla se reivindica

Distintas iniciativas buscan empoderar a esta comunidad, ofreciéndoles herramientas que fomenten su autogestión.

Por: Natalie Caraballo

Amanecer en La Perla, por Myrtha Olivares

Amanecer en La Perla, por Myrtha Olivares

En una sillita frente a su casa color verde, yace doña Lucy, llena de amor y seguridad, y quien con mucho ahínco reitera: “Llevo toda mi vida en La Perla, aquí nací y aquí moriré… y si vuelvo a nacer, quiero que sea en este mismo lugar, en La Perla”.

Este es el valor que los residentes le dan a La Perla, uno de los sectores más antiguos de San Juan. Esta comunidad ha sobrevivido contra viento y marea las múltiples vicisitudes que a través de su historia se le han presentado. Desde huracanes y marejadas que destruyeron algunas de sus casitas durante la primera mitad del siglo XX, hasta los diversos intentos de desalojo que se han querido hacer sobre dicha comunidad, esto con fines lucrativos para diversos sectores del país.

Pero lo que estas entidades desconocían era que los habitantes de La Perla son personas con fuerza y resistencia, y no han permitido, ni permitirán, el que intenten desmantelar a su adorada Perla. Así como doña Lucy, cada residente del sector le adjudica un valor incalculable a su territorio, a su espacio, a su gente. Porque La Perla representa lo que es una comunidad: unión, ayuda, empatía, y solidaridad.

Este sector ha demostrado subsistir ante la adversidad. Es una de las pocas comunidades que coexiste y cohabita en una zona rodeada por atractivos altamente turísticos, donde la prioridad recae sobre otros proyectos, relegando o marginalizando el desarrollo comunitario.

Niños juegan por las veredas

Niños invitan a pasar y jugar en La Perla, por Frances Alvarado

Cada año La Perla solicita su revitalización, pero ahora más que nunca están listos para emprender el futuro. Mientras, apuestan al desarrollo comunitario, y que este cuente con manos amigas que apoyen y comprendan la inclusión de la comunidad con el resto de Puerto Rico

Para ello, distintas iniciativas dicen presente. El pasado mes de junio comenzó un proyecto que busca empoderar satisfactoriamente a esta comunidad, ofreciéndoles herramientas que fomenten su autogestión. Empezando con una pintada, la cual rejuveneció alrededor de 40 casas, el programa “La Perla Pinta su Futuro” de la empresa puertorriqueña Master Paints inició lo que espera ser la reivindicación de este sector.

Próximamente, se realizará una limpieza de escombros y artículos en desuso que los residentes quieran desechar. Este proyecto espera dar paso a lo que serán unos recorridos turísticos, los cuales serán impartidos por los propios residentes de la comunidad. De igual forma, se espera desarrollar el microempresarismo comunitario, que iniciará con la apertura de una panadería, y cuyos trámites se encuentran en proceso.

El empoderamiento e inclusión comunitaria es reflejo de un país socialmente próspero. Es por ello que si desea pintar el futuro de La Perla, se puede comunicar al 787.740.5254 o escribir a ccardona@mastergroup-pr.com, e igualmente, visitar el portal http://www.prpinta.com/.

Las lindas caras de La Perla

Por: Kiara M. Hernández Ríos

las lindas caras de la perla

Entre las cosas más satisfactorias y placenteras de este mundo está el percibir una sonrisa. Esa curva que se forma de pómulo a pómulo tiene las capacidades más poderosas que a veces no tomamos en cuenta. Son aún más satisfactorias cuando las sonrisas emergen a pesar de las adversidades y la angustia que puede haber detrás. Así son las lindas caras de La Perla, sonrientes y vivarachas dispuestas a escuchar o platicar, cualquiera que sea la necesidad del transeúnte. Es así como catalogo estos rostros, caras lindas llenas de historia, de lucha y de vida; una vida que se desenvuelve frente a las olas del mar. En nuestro recorrido tuvimos la oportunidad, o mejor dicho, la fortuna de tener frente a frente a algunas de las lindas caras que componen el mosaico de vidas que permea en la comunidad de La Perla. Aquí una breve historia de cada una.

Don Aladino: Sus 91 años ni le pesan ni le amargan.  Son 91 primaveras bien vividas, suficientemente cargadas de historias para entretenerte toda una tarde.  Este veterano de los conflictos bélicos en Korea tiene la energía y el espirítu que posiblemente carecen en personas que no tienen ni la mitad de su edad.  En unas cuantas horas Don Aladino nos inspiró, nos ofreció sus mejores movimientos para ejercitarse a diario y su colección de medallas de honor del ejército. Vive plenamente en una casita de madera con un balconcito que da de cara al mar y así me pregunto, ¿quién no sonríe con semejante paisaje en el horizonte?

Doña Lucy: Otro rostro que describe la historia de La Perla es la querida Doña Lucy, quien a sus 83 años se ríe con emoción al recordar su vida en La Perla. Tan natural y genuina Doña Lucy nos contó que nació, se crió y ha vivido largos años en La Perla. Comentó cómo la comunidad se mantiene unida pese a cualquier circunstancia que pueda ocurrir. El amor por «su Perla», como ella la llama, hace latente su deseo de vivir y morir y si las postreras vidas existen Doña Lucy exclama: «Si volviera a nacer, volvería a vivir en La Perla».

Don Daniel: Si de calores se trata, en Puerto Rico somos expertos. Así que es más que justo que destaquemos la linda cara de Don Daniel, quien a diario se encarga de La Placita de La Perla.  Desde su pequeño kiosko, Daniel exprime el mejor jugo de china que hemos probado hasta el momento. Además, en confianza puedes llamarlo cualquier día de la semana para que te diga cuál es el menú y en cuestión de minutos llegas y te deleitas de un manjar puertorriqueño sin igual.

El «Cantante»: Con una voz potente, José nos recibió al lado de La Placita de la Perla de Don Daniel, cantándonos el himno «oficial» de La Perla con una letra que dice así: «Los de La Perla somos la hostia, viva la madre que nos parió, que nos parió, que nos parió, viva la madre que nos parió…» Así quedamos maravilladas con la creatividad que, claramente, es una característica primordial de las lindas caras de este barrio. Sin duda, este mosaico de rostros alegra el día de cualquiera así como lo hizo al nuestro.